Llevo cerca de 8 años viajando en cooperación sanitaria. Siempre he intentado que sean misiones, en las cuales el Hospital Torrecárdenas tiene mucha cabida y en las que se implique el mayor número de gente. El fin es compartir el maravilloso sentimiento que te regala el hecho de ayudar y que las personas se queden con la sensación de compartir esa sensación, aunque no viajen hasta el país. Durante todo el año estamos preparando el viaje; entre todos.
Totalmente. A lo largo de los meses previos, todas las personas implicadas guardan material sanitario, instrumentos quirúrgicos; incluso el personal de limpieza del hospital. Vamos un grupo, pero son muchas las personas que se implican en esta causa y que ya nos conocen. Este año hemos formado un equipo integrado por el doctor Fiol, el doctor Molina, dos enfermeras Purificación García y Rocío Fiol e incluso una educadora. Fuimos un grupo muy homogéneo y, además, de las tareas sanitarias hemos realizado tareas de divulgación e información.
Sería más fácil ir, cada año, al mismo sitio porque ya conoces y te conocen, pero, considero que tenemos que llegar al mayor número de zonas posibles por la necesidad tan grande que hay en África de sanitarios. Y, la segunda razón es porque pienso que como persona te enriqueces, mucho más, cuando puedes ayudar a diferentes personas, aprendes de otra forma y la gratificación final es más enriquecedora.
Todas son necesarias, porque allí no hay nada. Faltan médicos, enfermeros, medios, material, instrumentos e incluso lo más básico en materia de salud. Pero si tengo que decir alguna especialidad diría que son necesarias: ginecología, pediatría y especialidades quirúrgicas. Son los tres campos que están completamente huérfanos.
Siempre contamos con la ayuda de personas de allí que nos orientan. Los días hay que aprovecharlos al máximo, generalmente atendemos a todas las personas que nos llegan para ser atendidos. Allí estás con muy pocos recursos, pero cuando tienes ganas puedes con todo.
Este verano estuvimos en Sierra Leona, que ha sido víctima de la terrible guerra y del virus del bola, que arrasó el país so solo de muertes, sino que también destruyó todo el material sanitario que había. Además, este año las lluvias torrenciales dejaron, según dicen, miles de muertos, pero seguro que hay mucho más de lo se sabe y que nunca se encontrarán. Fuimos a Sierra Leona con “Todos son Inocentes” y realizamos una labor maravillosa. La experiencia no se puede descubrir porque son emociones.
En la cooperación sanitaria siempre te quedas con las personas; con sus rostros, miradas, sentimientos y con sus almas, Y cuando te miran con esa desprotección y con esos ojos tan especiales te llegan al corazón.
La ignorancia es una gran enfermedad. Para ellos porque están totalmente desprotegidos y aquí porque se desvía la mirada, porque es más fácil despreocuparse. Ignoramos que a escasos kilómetros de nosotros está esa realidad tan brutal. La gente se muere porque no tiene comida pero es más fácil despreocuparse e ignorarlo.
En la cooperación sanitaria enganchan las personas. Cuando pruebas una vez repites, porque no se puede pagar con nada la gratificación que sientes en todos los planos. No solo ayudas cuando vas, sino que cuando regresas organizas diferentes cosas para recaudar dinero y enviarlo.
Allí esta especialidad no existía y es muy necesaria. Con este tipo de operación se mejora mucho la calidad de vida de los niños, que pueden caminar, ir a la escuela o trabajar, tras la intervención.
Una solución completa global es casi imposible, porque es uno de los grandes problemas de la humanidad. Pero sí que podemos mejorar la calidad de esas personas. Recuerdo que nosotros tuvimos un caso de un señor que estaba muy enfermo y a quien estuvimos cuidando. Esa persona se sintió protegida, acompañada y cuidada; aunque al final falleció. Esa familia siempre recordará a un médico que intentó mejorar los últimos días de su padre.
Se puede ayudar de muchas formas. Hay instituciones y colectivos que lo hacen de verdad. Todo el mundo puede ayudar de muchas formas no solo con dinero, también se puede con ropa, material sanitario o simplemente con tiempo.