Neurinomas

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Neurinomas

Un neurinoma es un tumor, la inmensa mayoría de las veces benigno, que se aloja en alguno de los nervios craneales.
El más común es el del nervio acústico. Cuando éste no se trata, llega a tener síntomas graves del sistema nervioso central, como desequilibrio o dolor de cabeza.

Los neurinomas del acústico son relativamente poco comunes en general, pero están entre los tumores del cerebro más comunes y afectan aproximadamente a 1 de cada 100.000 personas. Afecta a más mujeres que hombres y en edades comprendidas entre los 35 y los 45 años de edad. Con mayor frecuencia, el tumor se localiza en la base del cerebro, el llamado ángulo ponto-cerebeloso, donde del nervio auditivo abandona la cavidad craneal y entra en la estructura ósea del oído interno.


Síntomas:

Los síntomas varían de acuerdo con el tamaño y localización del tumor y generalmente aparecen después de los 30 años, debido a que los tumores crecen muy lentamente. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Acúfenos. Ruidos que no existen, o pitidos en el oído afectado
  • Pérdida progresiva de la audición en el oído afectado
  • Vértigo, o sensación anormal de movimiento, más frecuentes al levantarse, caminar o cambiar de postura.

Los síntomas menos comunes, que suelen aparecer a medida que crece el tumor y va comprimiendo las distintas estructuras en su alrededor, incluyen:

  • Dolor de cabeza, al despertarse por la mañana, que despierta al paciente, que empeora cuando el paciente se acuesta, en posición inclinada, que empeora cuando el paciente se levanta, que empeora cuando tose, estornuda, se estira o levanta algo (maniobra de Valsalva) o que se acompaña de náuseas o vómitos
  • Dificultad para entender el habla (con relación a la proporción de pérdida auditiva total)
  • Mareo
  • Pérdida del equilibrio
  • Entumecimiento de la cara o de la oreja
  • Dolor en la cara o en la oreja
  • Anomalías visuales transitorias

Diagnóstico:

El médico puede diagnosticar el neuroma acústico basado en la historia clínica y en los exámenes neurológicos y/o exploración general del paciente.

Hay que pensar en un neurinoma del acústico siempre que un paciente se queje de sordera brusca o disminución de la audición unilateral, vértigos y pitidos en el oído.

A menudo, los resultados de la exploración física son poco significativos, excepto por la presencia de flacidez facial en un solo lado, marcha inestable y babeo.

Si el tumor es grande, puede haber otros signos de aumento de la presión en el cerebro (aumento en la presión intracraneal) entre los cuales incluyen las náuseas y los vómitos, la dilatación pupilar unilateral y el letargo so somnolencia.

La resonancia magnética (RMN) de la cabeza es la exploración de neuroimágenes más útil que permite identificar un neurinoma del acústico. Otras exploraciones complementarias útiles para diagnosticar un neurinoma del acústico y diferenciarlo de otras causas de mareo o vértigo son la TAC (tomografía computarizada de la cabeza), la audiometría (examen de audición), la estimulación calórica (un examen del vértigo), la electronistagmografía (un examen de equilibrio) y los potenciales evocados auditivos (PEA, un examen del funcionamiento del sistema auditivo).


Cirugía:

El neurinoma del acústico tiene siempre un tratamiento quirúrgico que debe contemplarse ya en el momento del diagnóstico.

La extirpación del tumor y la prevención de la parálisis facial son los objetivos del tratamiento quirúrgico. Preservar la audición es más difícil. Si un tumor se extirpa cuando es pequeño, se puede preservar la audición, pero no puede recuperarse si ésta ya se ha perdido antes de la cirugía. Los tumores grandes generalmente ocasionan pérdida total de audición del lado afectado.

Los tumores grandes también pueden hacer presión sobre nervios importantes para el movimiento facial y la sensación. Dichos tumores se pueden extirpar sin peligro para la vida, pero la cirugía puede producir parálisis de algunos músculos faciales. 
Los tumores muy grandes pueden hacer presión adicional en el tronco cerebral, poniendo en peligro el funcionamiento de otros nervios y la circulación normal del líquido cefalorraquídeo, lo cual puede llevar a la acumulación de líquido en la cabeza (hidrocefalia) que puede ocasionar aumento de presión intracraneal potencialmente mortal. El tratamiento de la hidrocefalia y descompresión del tallo cerebral son los objetivos de la cirugía en estos casos.